Oscar Niemeyer "El arquitecto centenario"

Oscar Ribeiro de Almeida Niemeyer Soares Filho cumple 100 años el 15 de diciembre. Más conocido en el mundo como Oscar Niemeyer, este genio de la arquitectura mundial celebrará su centenario en su casa en Río de Janeiro, con la familia -que incluye cinco nietos y trece bisnietos-. Pero las principales ciudades brasileñas y algunas europeas, lo acompañarán en los festejos, con homenajes, que incluyen concursos en Portugal, exposiciones de la Isla de Madera a Suiza, programas de televisión en Alemania y libros conmemorativos.

En São Paulo, los habitantes del edificio Copan, uno de los principales marcos arquitectónicos de la ciudad, colgaron una faja con el número 100 y la VII Bienal de Arquitectura -en la que participa Joan Busquets- le dedica una sala especial con fotos y maquetas de grandes dimensiones de sus obras, además de frases célebres. Los homenajes se repiten en todas las ciudades brasileñas que tienen obras del arquitecto, y el consejo del Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico registró bajo guardia pública 23 monumentos de Brasilia, y otros doce a lo largo del país, todos seleccionados por Niemeyer en una lista entregada por él al ministro de Cultura, el compositor Gilberto Gil.

Último de los grandes representantes vivos del inicio del modernismo (Mies van der Rohe, Le Corbusier, Walter Gropius e Alvar Aalto fallecieron hace más de 30 años), Niemeyer mantiene activamente su producción y continúa trabajando en su oficina en Río de Janeiro, donde acompaña con especial cariño el Centro Niemeyer, que está siendo construido en Avilés. Su ánimo y amor por la vida puede deducirse también de la reciente boda con su secretaria Vera Lúcia Niemeyer, de 60 años, y con quien trabaja hace quince.


Creador de las formas de los Palacios de la Alvorada, del Planalto, del Congreso y de la Catedral, entre otros monumentales edificios de Brasilia, fue uno de los responsables de la fama arquitectónica de la capital brasileña, que surgió de la nada hace 47 años. El reconocimiento de este trabajo lo llevó a diseñar otros grandes edificios en São Paulo, Río de Janeiro y Curitiba, pero también en Venezuela, Alemania, Francia, Argelia, Israel, Emiratos Árabes y ahora España.
En esas obras, el principal elemento es la curva, la misma que le da la vuelta al mundo o que le da forma al cuerpo de una mujer. «No me atrae el ángulo recto ni la línea dura e inflexible creada por el hombre, lo que me atrae es la curva libre y sensual, la curva que encuentro en las montañas de mi país, en el curso sinuoso de sus ríos, en las olas del mar, en el cuerpo de la mujer preferida, y las del universo», dice.

La repercusión internacional de su obra le llevó a ganar premios consagradores como el Pritzker, considerado el Nobel de la arquitectura, en 1988, y el Príncipe de Asturias de las Artes, en 1989.

Apabullado por la cantidad de entrevistas que le fueron solicitadas este año, desde todos los rincones del mundo, Oscar Niemeyer dice que a esta altura de la vida prefiere las respuestas concisas.

-Usted cumplirá 100 años y parece lleno de planes e, incluso, acaba de casarse. ¿Cuáles son sus planes, sus proyectos pendientes y cómo quiere celebrar sus 100 años?

-Estoy siendo muy solicitado por la prensa. Llegué a la conclusión de que una pausa es necesaria: rehusar lo que no me agrada, muchas de las entrevistas que me son enviadas o, por lo menos, responder las preguntas que me dirigen de la forma más concisa. Y, en ese sentido, las estoy respondiendo de ahora en adelante. Ningún plan futuro me preocupa. Como siempre, voy llevando la vida conforme ella lo permite -trabajando, abrazado con los amigos y la familia, que no es pequeña-. Esa idea de centenario no tiene la menor importancia. Lo principal es mirar hacia atrás y sentirme bien conmigo mismo.

-Usted es reconocido como uno de los arquitectos más importantes de la actualidad y del siglo XX. ¿Cuál considera su legado más importante?

-Siempre digo que la vida me parece más importante que la arquitectura. Lo que me agrada es constatar que luchar por un mundo mejor y más justo fue siempre mi preocupación.

-¿Cuáles son los arquitectos que más admira en Brasil y en el exterior, en la actualidad?

-Son tantos que prefiero no citarlos, para evitar así cualquier omisión importante.

-¿Qué piensa de lo que se construye actualmente en grandes ciudades brasileñas? ¿No cree que hay poca innovación en un país de grandes arquitectos como usted y Paulo Mendes da Rocha?

-Por principio no critico los trabajos de mis colegas arquitectos, que en Brasil -en São Paulo, inclusive- son muchos y de enorme calidad.

-Brasilia fue planeada como una ciudad en que todas las clases sociales convivían, pero los pobres terminaron siendo empujados a la periferia. ¿Cuál es su visión sobre el que fue su mayor proyecto, 47 años después?

-No proyecté el urbanismo de Brasilia; mi trabajo se limitó a su arquitectura. Lo que usted afirmó es correcto... y es lamentable.

-¿Cambiaría algo si hiciera Brasilia hoy?

-Pienso que no.

-Usted es un hombre de izquierda. ¿Cómo ve el primer Gobierno Lula y qué espera del segundo mandato?

-Además de nacionalista, Lula es un ex-operario, lo que lo lleva a mirar las capas más desfavorecidas con especial cariño. Espero que esa preocupación que él tiene se profundice y rinda mejores resultados en el nuevo gobierno.

-¿Cómo ve un futuro de Cuba sin Fidel?

-Creo que el ejemplo de coraje y patriotismo de Fidel estará siempre en el corazón del pueblo cubano. Y eso será fundamental para asegurar en el futuro la soberanía de ese gran país.

-¿Cuál es su secreto y su consejo para llegar a los 100 años?

-Digo siempre que tengo sesenta años, satisfecho de hacer todo lo que hacía a esa edad.

Por Verónica Goyzueta, Sao Paulo, para el diario ABC.

2 comentarios:

arq. Martín Lisnovsky dijo...

Equilibrada y clarificadora nota. Muy buen blog, brindo por mas notas como las que suelen aparecer en este espacio.

Anónimo dijo...

Me alegro que guste el contenido de mi espacio y gracias por el comentario, que me anima a seguir mejorando.

Un saludo