
Las estaciones están marcadas por un denominador común que son las cubiertas de estas, de sugerentes formas curvas que vuelan sobre las entradas a las estaciones, y se desarrollan en el interior de las mismas, dotadas de una asombrosa piel vidriada que le da un carácter como de extraño animal marino.








Fotografías | Hélène Binet
Fuente | Dezeen
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